Devocional Jueves 25 de Abril
Versiculo
Efesios 4:32: Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.
¿Dónde está Dios en medio de tantas dificultades para convivir?
Puede ser que nos parezca interesante el preguntarnos sobre la presencia de Dios en medio de tantos problemas y dificultades para llevarnos bien, ser amables, respetuosos, buenas personas, buenos seres humanos. Esta es probablemente nuestra realidad o algo cercana a ella. Qué difícil es lograr una sana convivencia cuándo sabemos que nos hace falta Dios, y con esto se entiende que en ambientes así no basta solo con tener la intención de mejorar y elaborar estrategias socioemocionales que, en su debida intervención nos traen resultados, pero tenemos que sumar algo más.
El versículo de hoy nos habla de ser amables unos con los otros, ser de buen corazón y perdonarnos. Tres acciones que si las practicamos nos asegurarán la presencia de Dios en todo momento sobre todo en los más complejos. La amabilidad y el buen corazón se ejercitan. Se pone en práctica cuando nos damos cuenta de que otro/a puede contar contigo y tú tienes algo para entregarles. Esto se pude ver a través de un abrazo, una sonrisa, cediendo el paso, visitando a un familiar enfermo, estudiar juntos entre muchas más acciones. Entonces, cuando vengan las diferencias y/o nos disgustemos con alguien más, o seamos lastimados, podremos reaccionar de manera distinta, pues como bien dice su Palabra tenemos el deber de perdonar y perdonar es olvidar, así avanzamos, en un mundo lleno de imperfecciones y de personas imperfectas. Pero, Cristo es, será y marcará siempre la diferencia y con él en nuestras vidas todo es diferente. Sigamos poniendo todo de nuestra parte en el intento por convivir de mejor forma, con nuestros corazones dispuestos Dios se hará presente y por ende estaremos mejor y más preparados para lo que venga.
PARA RECORDAR:
1. Ser amable es contagioso y mejora el ambiente en donde estamos.
2. Ser de buen corazón permite fortalecer las relaciones.
3. Perdonar y pedir perdón nos convierte en personas más felices.
CONCLUYAMOS
: Tenemos aún una larga vida para disfrutarla y vivirla con plenitud de alegría. Probablemente vengan una que otra dificultad, pero todo mejorable y con solución. Confiemos en Jesús, en el consejo de nuestros docentes, en la sabiduría de nuestros padres y en las cosas buenas que hemos logrado hasta ahora.
¡DIOS LES BENDIGA!